Inicio:
ofrecemos esta Hora Santa y el rezo del Santo Rosario meditado en reparación
por las misas sacrílegas, como la llamada “misa de los tatuajes”, en la que se bendecirán
los instrumentos para hacer tatuajes y luego de eso, se ofrecerán tatuajes gratis
con motivos cristianos. Deben entender, quienes cometen este sacrilegio, que la
Santa Misa NO ES un “evento cultural”, abierto a la manifestación de otros “eventos
culturales”: la Santa Misa es la renovación, incruenta y sacramental, del Santo
Sacrificio de la Cruz y con eso no se juega. Para mayores detalles acerca de
este lamentable hecho, consultar el siguiente enlace:
https://religionlavozlibre.blogspot.com/2023/03/la-misa-de-los-tatuajes.html
Canto
de entrada: “Cantemos al Amor de los amores”.
Inicio
del rezo del Santo Rosario. Primer Misterio (misterios a elección).
Meditación.
Solamente
en el Cielo comprenderemos la divina maravilla que es la Santa Misa e incluso
no nos alcanzará la eternidad para ni siquiera comenzar a comprender a la Santa
Misa y la razón es que se trata de un misterio tan grande, tan absolutamente
maravilloso, tan infinitamente grandioso, que hasta las mentes y corazones de
los ángeles se quedan estupefactos ante el misterio de la Santa Misa.
Un
Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.
Segundo
Misterio.
Meditación.
Si
Dios Uno y Trino quisiera hacer una obra más grande, más sabia, más amorosa, más
grandiosa, que la Santa Misa, no podría hacerlo, porque la Santa Misa encierra
todo el Poder, toda la Sabiduría y todo el Amor divinos, de manera que nada
puede haber, ni en este mundo ni en la vida eterna, que demuestre más la
omnipotencia, la omnisciencia y el Amor infinitamente Misericordioso de la Trinidad
Santísima, que la Santa Misa.
Un
Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.
Tercer
Misterio.
Meditación.
Un
día le preguntaron al Padre Pío de Pietralcina: “Padre, por favor explíquenos
la Santa Misa”. “Hijos míos -replicó el Padre Pío-, ¿cómo puedo yo
explicárselas? La Misa es infinita como Jesús; pregúntenle a un Ángel lo que es
la Misa y Él les contestará en verdad: “Yo entiendo lo que es y por qué se
ofrece, sin embargo, no puedo entender cuánto valor tiene. Un ángel, mil
ángeles, todo el Cielo, saben esto y piensan así”. Es imposible entender cómo
la Misa sea la representación incruenta y sacramental del Santo Sacrificio del
Calvario, pero aunque no lo entendamos, así debemos creerlo, porque es eso en
la realidad y así nos lo ha enseñado la Iglesia en su Magisterio, en la
Tradición y en los Santos de todos los tiempos.
Un
Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.
Cuarto
Misterio.
Meditación.
San
Alfonso de Ligorio llegó a afirmar: “El mismo Dios no puede hacer una acción
más sagrada y más grande que la celebración de una Santa Misa”. ¿Por qué? Porque
la Santa Misa es, se puede decir, la síntesis; porque la Santa Misa se puede decir
que suma la Encarnación y Redención y contiene el Nacimiento, Pasión y Muerte
de Jesús, misterios que Dios realizó por nuestra causa[1].
Un
Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.
Quinto
Misterio.
Meditación.
Con
relación a la Santa Misa, el Concilio Vaticano II enseña: “Durante la Última
Cena, la noche en que fue traicionado, Jesús instituyó el Sacrificio Eucarístico
de su Cuerpo y de su Sangre para perpetuar el Sacrificio de la Cruz a través de
los siglos, hasta Su regreso”[2], es decir, hasta su
Segunda Venida en la gloria, en el Día del Juicio Final.
Oración final: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo.
Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman”
(tres veces).
“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo
os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, de Nuestro Señor
Jesucristo, Presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por los
ultrajes, sacrilegios e indiferencias, con los cuales Él mismo es continuamente
ofendido. Por los infinitos méritos de su Sacratísimo Corazón y los del
Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén”.
Canto final: “Un día al cielo iré, y la
contemplaré”.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria, pidiendo
por las intenciones del Santo Padre Francisco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario