martes, 12 de diciembre de 2023

Hora Santa en reparación por exposición pública satánica en Ohio, EE. UU. 101223

 



Inicio: ofrecemos esta Hora Santa y el rezo meditado del Santo Rosario en reparación por la exposición pública de imagen de Satanás en el Capitolio de Ohio, Estados Unidos. Reparamos porque el Único que merece ser adorado, bendecido, honrado, aclamado y ensalzado es el Verdadero y Único Dios, el Hombre-Dios Jesucristo.

Para mayores datos, consultar el siguiente enlace: https://religionlavozlibre.blogspot.com/2023/12/altar-satanico-en-el-capitolio-de-iowa.html

Canto de entrada: “Oh, Buen Jesús, yo creo firmemente”.

Inicio del rezo del Santo Rosario. Primer Misterio (misterios a elección).

Meditación.

Dentro de los bautizados en la Iglesia Católica hay quienes, por determinadas circunstancias, no pueden recibir sacramentalmente a Nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristía, ya que, de hacerlo, cometerían un pecado mortal. Para estos está reservada lo que se conoce como “comunión espiritual”, la cual puede ser realizada también por cualquier bautizado, independientemente de si está o no en estado de gracia. Afirma un autor que “la Comunión espiritual es la reserva de vida y amor eucarístico siempre al alcance de la mano para los enamorados de Jesús Hostia”[1]. El alma que ama a Jesús Eucaristía, puede entonces hacer la “Comunión espiritual” en cualquier momento del día, para mantenerse en la Presencia de Nuestro Señor Jesucristo.

Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Segundo Misterio.

Meditación.

Continúa el mismo autor: “Mediante la Comunión espiritual se satisfacen los deseos de amor del alma que quiere unirse a Jesús, su Amado Esposo. La Comunión espiritual es la unión de amor entre el alma y Jesús Hostia. Unión toda espiritual, pero real, más real que la unión misma entre el alma y el cuerpo, “porque el alma vive más donde ama que donde vive”, dice San Juan de la Cruz”[2]. Ahora bien, realizar la Comunión espiritual supone la fe en la Presencia Real, Verdadera y substancial de Nuestro Señor Jesucristo en la Sagrada Eucaristía, lo cual conduce al deseo de la Comunión sacramental, al tiempo que exige el agradecimiento por el infinito don de la Divina Misericordia que supone esta Presencia de Jesús en el Sagrario.

Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Tercer Misterio.

Meditación.

Con respecto a la acción de gracias por la Presencia en Persona del Verbo de Dios en la Eucaristía, San Alfonso María de Ligorio compuso esta oración, como modelo de oración para la Comunión espiritual: “Jesús mío, creo que estás en el Santísimo Sacramento. Os amo sobre todas las cosas. Os deseo en mi alma. Ya que ahora no puedo recibiros sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si hubierais venido ya, os abrazo y me uno todo a Vos. No permitáis que yo me separe de Vos”.

Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Cuarto Misterio.

Meditación.

Para que la Comunión espiritual produzca los mismos efectos de gracia que la Comunión sacramental en el alma del que la recita, son necesarias disposiciones del alma al momento de hacer la Comunión espiritual, como la caridad –el amor sobrenatural a Jesús Eucaristía- y la intensidad de la fe en su Presencia, así como el deseo de una verdadera unión espiritual, en el Espíritu Santo, con el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.

Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Quinto Misterio.

Meditación.

Un aspecto particular y exclusivo de la Comunión espiritual es el hecho de poder hacerla cuantas veces se quiera –por ejemplo, cien veces al día-; en el momento en que uno quiera –incluso en plena noche- y también donde se quiera –en el desierto, en un avión en vuelo, como lo hacía el Beato Fulton Sheen, etc.-. Aun así, es conveniente hacer la Comunión espiritual de modo particular en la Santa Misa, si es que no se puede comulgar sacramentalmente; de este modo, la Misa queda completa: Ofrecimiento, Inmolación, Comunión. El santo Concilio de Trento expresaba así este deseo, para toda la Iglesia: “Que todos los cristianos comulguen –obviamente, en estado de gracia, N. del R.- en cada Misa que oyen”, de manera que así aumente cada vez más el amor hacia Jesús Eucaristía en los corazones de los hijos de Dios, los bautizados en la Iglesia Católica.

Oración final: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, de Nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias, con los cuales Él mismo es continuamente ofendido. Por los infinitos méritos de su Sacratísimo Corazón y los del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén”.

Canto final: “El Trece de Mayo en Cova de Iría”.

Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria, pidiendo por las intenciones del Santo Padre.

 



[1] Cfr. Stefano María Manelli, Jesús, Amor Eucarístico. Testimonios de Autores Católicos Escogidos, Editorial Testimonio, Madrid 2006, 88.

[2] Cfr. ibidem, 88.

jueves, 7 de diciembre de 2023

Hora Santa en reparación por Piedad blasfema en Alemania 051223

 



Inicio: ofrecemos esta Hora Santa y el rezo del Santo Rosario meditado en reparación por la sacrílega presentación de una “Piedad” blasfema, en la que el rol de María Santísima es representado escandalosamente por un varón disfrazado de mujer; al mismo tiempo, Nuestro Señor Jesucristo es representado con múltiples tatuajes en su cuerpo, lo cual es grave, teniendo en cuenta que en la contra-cultura del tatuaje, estos se consagran al Demonio. Para mayores detalles, consultar el siguiente enlace:

https://ayl.tv/video/harald-glockler-pinta-un-cuadro-donde-se-representa-a-la-virgen-travesti-y-a-cristo-con-tatuajes/

Canto de entrada: “Cantemos al Amor de los amores”.

Inicio del rezo del Santo Rosario. Primer Misterio (misterios a elección).

Meditación.

Paradójicamente, la acción más importante en esta vida, se da en el momento de la muerte, puesto que es en ese momento, en el que se da nuestro paso a la eternidad, en el que debemos tener nuestra alma en estado de gracia santificante, para sí ganar el cielo. Por supuesto que también debemos obrar en esta vida para vivir en gracia, pero es de suma importancia que, al momento de morir, estemos en gracia y hayamos perseverado en la fe católica y en las buenas obras.

Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Segundo Misterio.

Meditación.

Afirma un autor de que “hay señales de que uno ha de morir en gracia”; además, este mismo autor nos revela qué es lo que debemos hacer “en salud” para lograr este objetivo[1]. Todo lo que debe desear y pretender el cristiano, dice, es saber cuáles son las señales de que se ha de perseverar y morir en gracia. El morir en gracia es un bien tan grande, que habiendo revelado Dios a San Francisco que él había de ser uno de los que habían de alcanzar aquella dicha, exclamaba con gran alegría: “¡Mi Dios sea alabado, a Él sea la honra y la gloria sin fin!”. Esto, el morir en gracia, es un motivo de alegría infinitamente más grande que el que los demonios les obedezcan y se les sometan en nombre de Jesús, porque el motivo de alegría más grande es el que sus nombres estén “escritos en el Libro de la Vida”.

Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Tercer Misterio.

Meditación.

A San Antonio de Padua, Dios manifestó que cierto hombre era predestinado, que es lo mismo que morir en gracia y fue tanto el respeto que le tuvo desde entonces, que lo reverenciaba todas las veces que lo veía. Cualquier fiel, aunque no tenga revelación de su predestinación, solo se debe consolar cuando sigue los pasos y virtudes que los santos indican ser signo de predestinación a morir en gracia. No hay mayor consuelo que encontrar, entre los peligros de esta vida, señales de salvación.

Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Cuarto Misterio.

Meditación.

San Bernardo dice: “¿Cuándo dejó Dios a sus elegidos sin algún testimonio? O ¿qué consolación pueden ellos tener, si no mereciesen tener algún testimonio de su elección? El Señor conoce quiénes son suyos; solo Él sabe a quiénes desde el principio eligió; pero de los hombres, ¿quién es el que sabe si es digno de amor o de odio? El espíritu no podría tener ningún descanso, si no tuviera algún testimonio de su predestinación. Esta doctrina es fiel y digna de toda aceptación, en la cual se encomiendan todas las señales de salud, porque con esto se les ocasiona a los elegidos una gran consolación y se quita toda excusa a los réprobos”.

Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Quinto Misterio.

Meditación.

Continúa San Bernardo: “Conociendo las señales de la vida eterna, quien las despreciare queda manifiestamente convencido que recibió en vano su alma y que tuvo en nada la tierra de promisión tan digna de desear”. También dice el mismo santo: “No tenemos certeza, pero la confianza de la esperanza nos consuela, porque no nos atormentemos totalmente con las angustias de esta duda. Por lo cual se nos dan algunas señales e indicios de nuestra salvación, para que sea cosa indubitable, que aquel es del número de los elegidos en quien perseveraren”[2].

Oración final: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, de Nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias, con los cuales Él mismo es continuamente ofendido. Por los infinitos méritos de su Sacratísimo Corazón y los del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén”.

Canto final: “El Trece de Mayo en Cova de Iría”.

Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria, pidiendo por las intenciones del Santo Padre.

 



[1] Cfr. Nieremberg, Aprecio y estima de la Divina Gracia, Apostolado Mariano, Sevilla s. d., 588.

[2] Cfr. Nieremberg, ibidem, 590.