lunes, 21 de mayo de 2012

Hora Santa para Adoradores en honor a la Virgen María




         Querido Jesús Eucaristía, venimos a adorarte en tu Presencia sacramental, y a darte infinitas gracias porque te has quedado en la Hostia consagrada para ser nuestro consuelo y nuestra esperanza en este “valle de lágrimas”.
         Santa Teresa de Ávila decía que esta vida es una “mala noche en una mala posada”, pero tu Presencia Eucarística es como la Estrella radiante de la aurora, que anuncia el fin de la noche y el comienzo del día. Tú en la Eucaristía nos recuerdas nuestro destino final, que no es la noche de nuestra vida terrena, sino el día sin ocaso de la eternidad feliz en la Casa del Padre.
         Venimos a adorarte, a honrarte, a bendecirte, a alabarte y a darte gracias por tanto amor demostrado por cada uno de nosotros, en toda tu vida, en tu Pasión, y en el misterio de la Eucaristía.
         Querido Jesús Eucaristía, de modo especial queremos ofrecerte el homenaje de nuestra humilde adoración, recordando con gozo y alegría a tu Madre, María Santísima, que también está en esta hora de adoración, porque donde está el Hijo, ahí está la Madre, y así como María estuvo a tu lado toda tu vida terrena, sobre todo en los dolorosos momentos de tu agonía en la Cruz, así también está Ella ante Ti, en tu Presencia Eucarística, adorándote junto a legiones innumerables de ángeles. En esta adoración eucarística queremos adorarte y al mismo tiempo venerar y honrar a tu Santa Madre, María Santísima, Madre nuestra por tu gran amor.

         Oración de inicio: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

         Meditaciones:

Querido Jesús Eucaristía, cuya encarnación fue anunciada por el Arcángel Gabriel a María Santísima, convirtiéndola luego de su “Sí” en Madre de Dios, te pedimos que nuestros ángeles custodios nos recuerden permanentemente el glorioso día en que María dio su “Fiat” a la Voluntad divina, y así como Ella te recibió en su seno inmaculado, así también nosotros, santificados por la gracia del sacramento de la Confesión, te recibamos por la Comunión eucarística con un corazón puro.
         Querido Jesús Eucaristía, apenas nacido fuiste llevado en brazos por tu Madre, María Santísima, al templo de Dios, y allí los santos Simeón y Ana, llenos del Espíritu Santo, se alegraron sobremanera al reconocer en Ti, pequeño niño recién nacido, al Hijo de Dios; haz que la Virgen María  nos presente ante Ti, para que iluminados por el Espíritu Santo, te reconozcamos como Dios Hijo, y así nuestra vida se llene de alegría, aun en medio de las tribulaciones y pruebas.
         Querido Jesús Eucaristía, que cuando tenías doce años, te quedaste en el templo, asombrando con tu sabiduría infinita a los maestros y doctores de la Ley, siendo finalmente encontrado por María Santísima, haz que tu Madre lleve de la mano a tantos y tantos hermanos nuestros que te han perdido, y no saben dónde estás, para que te encuentren en el templo, en el sagrario, en la Eucaristía, desde donde concedes gracias infinitas a quienes acuden a Ti.
         Querido Jesús Eucaristía, que cuando eras adolescente, fuiste cuidado y educado con amor sin igual por María Santísima, quien te preparó de esta manera para tu sacrificio en Cruz por amor a nosotros, haz que tu Madre nos instruya acerca del misterio eucarístico, misterio por el cual prolongas tu Pasión de amor por los hombres.
         Querido Jesús Eucaristía, cuando subías por el Calvario, con la Cruz a cuestas, y cuando eras crucificado y quedabas en agonía por tres horas hasta morir la dolorosísima muerte de Cruz, te suplicamos que sea también tu Madre la que nos acompañe en el via crucis de la vida, en todo momento, para que al momento de partir, nuestra alma sea recibida por Ti en el cielo.
         Querido Jesús Eucaristía, que luego de resucitar fuiste al encuentro de tu amadísima Madre, a quien diste el privilegio de ser la primera en verte resucitado, te pedimos que, así como Ella se alegró por tu resurrección, así también nosotros nos alegremos ante tu Presencia Eucarística, en donde te encuentras con tu Cuerpo glorioso, resucitado, lleno de la luz, del amor y de la gloria de Dios Uno y Trino.

         Peticiones a Jesús Eucaristía:
        
Por aquellos que niegan la virginidad de María y su condición de Madre de Dios, Jesús Eucaristía, te rogamos, óyenos.
Por los padres y adultos que no enseñan a los niños que María Santísima es Inmaculada y Llena del Espíritu Santo, Jesús Eucaristía, te rogamos, óyenos.
Por las almas que blasfeman contra la Maternidad divina de María, rehusando aceptarla como Madre de los hombres, Jesús Eucaristía, te rogamos, óyenos.
Por aquellos que infunden en los corazones de los niños la indiferencia y el desprecio hacia María Santísima, Jesús Eucaristía, te rogamos, óyenos.
Por aquellos que blasfeman y ultrajan las sagradas imágenes, Jesús Eucaristía, te rogamos, óyenos.

Oración de despedida: Querido Jesús Eucaristía, debemos ya retirarnos a nuestras ocupaciones diarias, pero dejamos nuestros corazones a los pies del sagrario, para que María Santísima los una al coro de ángeles y santos que te adoran por la eternidad.

Oración final: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

miércoles, 18 de abril de 2012

Hora Santa para Adoradores



           
            Introducción: El mundo de hoy, sumergido en el materialismo, no ve provecho alguno en una actividad como la Adoración Eucarística, a la cual considera como “pérdida de tiempo”, porque no es “lucrativa”. Sin embargo, la Adoración Eucarística no es “pérdida de tiempo”, sino “ganancia de eternidad”, y es más que “lucrativa”, pues nos permite ganarnos el Cielo, ya desde la tierra. Venimos ante la Presencia sacramental de Jesús, el Hombre-Dios, para buscar de adorarlo “en espíritu y en verdad”, tal como lo adoran en el Cielo los ángeles y los santos. Invocamos la ayuda y la guía de nuestra Madre del Cielo, María Santísima, para que sea Ella quien conduzca nuestras oraciones y las presente al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús. Pedimos también auxilio a nuestro ángel custodio, para que rece junto a nosotros y eleve nuestras oraciones al Cielo.

            Canto inicial: Cristianos venid, cristianos llegad, a adorar a Cristo.

            Oración inicial: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

            Meditación:
-Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, te agradezco que hayas pronunciado mi nombre y que me hayas atraído con los rayos de tu Luz, y que hayas encendido el cirio de Amor y Fe que depositaste en mi bautismo. Te agradezco, Pastor Eterno, que con tus dulces silbos amorosos, me sacaste del mundo, en donde me encontraba aturdido y confuso, para venir ante Ti, oh Dios de majestad infinita, a cumplir una labor de ángeles, la Adoración Eucarística. Y junto al agradecimiento, elevo desde ya una súplica por mis hermanos, los hombres, que al igual que yo antes de ser llamado por ti, están absortos en los espejismos mundanos, y caminan desorientados en el desierto de la vida, sin darse cuenta que sólo Tú eres Camino, Verdad y Vida; viven sedientos de amor, de alegría, de paz, y la buscan infructuosamente en las criaturas, sin darse cuenta que sólo Tú eres Amor eterno, Alegría infinita, y Paz verdadera. Ten compasión, oh Dios del Sagrario, Dios de la Eucaristía, de la Humanidad, que, ausente de tus caminos, vaga errante en busca de otros dioses, dioses falaces, dioses que los enmudecen, los enceguecen y ensordecen a vuestra Presencia, dejándoles en el corazón sólo hastío y vacío.
            -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, que has querido llamarme, despertándome de mi letargo espiritual, así como llamaste a tus discípulos en el Huerto, para que te acompañasen orando en las durísimas y amarguísimas Horas de tu Pasión, no permitas que caiga en el sueño de la indiferencia a tu Presencia sacramental, y dame Tú mismo las fuerzas y el amor necesarios para cumplir con lo que me pides, la Adoración Eucarística, y así estaré junto Contigo en el Sagrario, orando por la salvación de los hombres.
            -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, en el Huerto no tuviste consuelo, porque fuiste de tus discípulos abandonado, te ofrezco mi pobre y mísero corazón, lleno de miseria, que con justa razón debe ser llamado “nada más pecado”, como refugio para que descanses en él, para que así se mitigue, aunque sea en algo, el doloroso abandono en el que tienen los cristianos, aquellos llamados a amarte en el tiempo y en la eternidad, y que en vez de hacerlo, se han dedicado a excavar “cisternas agrietadas, que no retienen el agua” (cfr. Jn 4, 14), no retienen el Agua cristalina de la gracia, que brota de tu Sagrado Corazón como de una fuente inagotable.
            -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, toma mi pobre y mísero corazón, abro sus pequeñas puertas de par en par, para recibirte, porque escuché los suaves golpes que dabas, queriendo entrar, tal como lo dices en la Escritura: “He aquí que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en él y cenaré con él, y él conmigo” (Ap 3, 20). Entra, cena conmigo, sólo tengo para darte el mendrugo duro de mi pecado; Tú en cambio dame como alimento tu substancia divina en la Eucaristía. Entra en mi pobre corazón, para que yo te haga compañía, por quienes son indiferentes a tu Presencia sacramental; entra, para que mi pobre corazón te sirva como alivio a tu soledad, soledad del Sagrario, más cruel que la del Getsemaní, porque quienes deberían adorarte están ocupados en sus asuntos banales. Entra, y lávame con tu preciosísima Sangre; entra, porque estoy aquí porque te amo, porque has atraído la insignificancia de mi ser ante tu majestuosa Presencia sacramental.
           

            Peticiones: respondemos: Por María, Madre de la Eucaristía, escúchanos Señor.
            -Por los sacerdotes, a quienes has encargado la nobilísima tarea de celebrar el Santo Sacrificio del altar, para que sean cada vez más conscientes de su sagrado deber. Oremos.
            -Por los laicos, llamados a ser “luz del mundo y sal de la tierra”, para que dejen de lado los falsos atractivos del mundo y den testimonio de Ti, resucitado y glorioso en la Eucaristía. Oremos.
            -Por los sacrilegios, por las irreverencias en los Templos, por la profanación de los días santos, usados para la diversión y el paseo, y no para adorarte, te pedimos perdón, oh Señor Jesús. Oremos.
-Por los que no te conocen, y viven inmersos en el mundo, para que los ilumines acerca de tu Presencia sacramental, y vengan a adorarte y alegrarse en tu contemplación. Oremos.
           
           
Meditación final: Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, que estás vivo en la Hostia consagrada, debo ya retirarme, para cumplir con mis deberes cotidianos de cristiano, deberes a través de los cuales quiero comunicar al mundo que te encuentras Prisionero de Amor en el sagrario. Finaliza esta hora de adoración, y me retiro, pero al mismo  tiempo, dejo mi corazón al pie del sagrario, y te pido que me concedas la gracia de pensar siempre en Ti, y de tener, en mi mente y en mi corazón, Tu Presencia eucarística. Amén.
           
Oración final: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

            Canto de despedida: Te adoramos, Hostia divina.

domingo, 1 de abril de 2012

Hora Santa Reparadora por ola de profanaciones eucarísticas en toda Italia



       Según informes de autorizadas fuentes, en los últimos meses se ha desencadenado una ola de profanaciones eucarísticas en toda Italia, con el objetivo principal de utilizar las Hostias consagradas en misas negras satánicas. Este lamentable hecho ha obligado a un obispo a adoptar una medida extrema en su diócesis: que todos los sagrarios permanezcan vacíos, con la Eucaristía custodiada en un lugar más seguro y bajo llave.
    Reproducimos el artículo periodístico, tal como apareció en algunos sitios en la red, y luego del mismo, a continuación, ofrecemos una Hora Santa reparadora, para implorar misericordia por tan horribles sacrilegios cometidos contra el tesoro más preciado de la Iglesia Católica, la Eucaristía.

03/28/2012 

Mete las hostias en la caja fuerte

(http://vaticaninsider.lastampa.it/es/homepage/reportajes-y-entrevistas/dettagliospain/articolo/eucarestia-eucharist-eucaristia-13888/)  

En toda Italia un gran número de robos sacrílegos de hostias. El arzobispo de Monreale aprueba la custodia protegida de la Eucaristía en las parroquias. Y la Santa Sede da su consentimiento

GIACOMO GALEAZZI
CIUDAD DEL VATICANO

La imagen del tabernáculo vacío y de las hostias conservadas bajo llave en otro lugar parece casi herética, pero en realidad poner en un lugar seguro la eucaristía es una buena costumbre. En la iglesia no hay nada más sacro que la forma consagrada, y sin embargo, desde hace algunos meses se suceden, con diversa gravedad, violaciones y abusos. Empezando por dos musulmanes a los que en Sondrio el sacerdote les puso la hostia en la mano y se la metieron en el bolsillo, y siguiendo por las ráfagas de robos sacrílegos en toda Italia. Ha sido suficiente para justificar un gesto fuerte e insólito por parte de un obispo destinado a crear escuela: custodiar en un lugar protegido en la parroquia las formas como se hace en las casas con las joyas conservadas en la caja fuerte.


 "Es justo ser precavido ante un grave peligro, había que hacer algo determinado", comentan en el Vaticano. En una palabra, la Santa Sede ha confirmado su aprobación a la conservación de las hostias de manera segura para impedir que sean robadas por las sectas satánicas y usadas en las misas negras. Y también en las altas esferas de la CEI la "línea dura" antiprofanaciones encuentra un total apoyo. El cardenal canonista Velasio De Paolis, actual delegado Pontificio para la congregación de los Legionarios de Cristo y durante mucho tiempo en la cúpula del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica y de algunos dicasterio vaticanos, aprueba la "medida excepcional" predispuesta por el arzobispo de Monreale, Salvatore Di Cristina. Ante el fuerte aumento en toda Italia de los robos sacrílegos, es justo esconder las hostias consagradas en lugares seguros y dejar vacíos y abiertos los tabernáculos para impedir que sean forzados. En derecho canónico, explica el purpurado de la Curia, la profanación de la Eucaristía es el peor de los actos que pueda ser cometido. Un delito que se sanciona con la excomunión "latae sententiae" reservada a la Sede Apostólica. "Se incurre "ipso facto", es decir, por el hecho mismo de haberlo cometido y la excomunión es automática", precisa De Paolis a "Vatican Insider".


"La hostia entregada en la mano en vez que en la boca, aumenta el riesgo de que sean sustraídas, profanadas y conservadas con fines sacrílegos, pero Jesús mismo actuó de este modo con los apóstoles -observa el cardenal-. No es solo un hecho simbólico y espiritual que durante la misa el celebrante en el altar se lave las manos antes de tocar el pan en el cual está presente Cristo". Por ello, es "oportuno que se haga todo lo posible para asegurar el máximo respeto a la Eucaristía". La decisión "excepcional y sin embargo legítima" del arzobispo de Monreale, por lo tanto, no es contraria a las leyes de la Iglesia. Y con más razón cuando, en los últimos meses, el boletín de las iglesias que han sido víctima de estos actos, diseña en Italia una "geográfica sacrílega" de alerta roja. Diócesis pequeñas y grandes, en el Sur y en el profundo Norte.



Siempre el mismo guión en el que se deja ver la firma de adeptos a lo oculto: sacristías violadas con instrumentos para forzar sus puertas, robo de los recipientes que contienen las hostias, tabernáculos rotos. Desde los píxides sustraídos en la parroquia de San Giovanni Bosco de Vasto a los cálices con las hostias desaparecidos en la iglesia de San Vito en Paestum, desde las formas robadas en la capilla del hospital de Biancavilla (Catania) a la irrupción nocturna en la parroquia de Santa Caterina sullo Jonio (Catanzaro). En el punto de mira también el santuario de la Madonna delle Grazie de Monza y otros edificios de culto en la diócesis de Milán en Bareggio y Lentate sul Seveso. Y todavía más, ladrones sacrílegos en acción en el Santissimo Nome di Maria de Fornaci Vecchia (Lucca), en la iglesia de Santa Franca de Piacenza, en la Madonna del Monte Nero de Sant'Antonio di Gallura. Con un ensañamiento particular precisamente hacia la diócesis de Monreale: cuatro casos en los últimos tres meses (Villagrazia di Carini, Terrasini, Cinisi, Partinico).


De Norte a Sur, una cadena ininterrumpida de profanaciones que retrata el boom de grupos satánicos denunciado por los informes de las fuerzas del orden y alimentado por el "tam tam" en Internet. Desde Santa Croce sull' Arno de Montegranaro, cerca de Ascoli Piceno, las incursiones en los lugares sacros no tienen otro objetivo que robar las hostias y proyectan la sombra de Satanás en muchos casos de crónica. "La Eucaristía es el bien sumo de la Iglesia, el canon 1367 del Código de derecho canónico lo dice claro -puntualiza De Paolis-. Comete delito quien roba del tabernáculo las hostias consagradas y las trata de manera impía y blasfema.  Por lo tanto, la tutela de las ostias es prioritaria.  Es necesario guardarlas bajo llave fuera del tabernáculo, la excepcionalidad del peligro autoriza unas medidas "ad hoc" que equivalen a una reacción a la defensiva".

         la siguiente Hora Santa es en reparación a estos sacrilegios, y a tantos otros cometidos a lo largo del mundo entero.

         Inicio: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por todas las profanaciones y sacrilegios que se cometen contra la Eucaristía a lo largo del mundo; te pido perdón por todos los que son indiferentes y fríos a Tu Presencia de Amor, y por todos los que, teniendo fe en tu Presencia eucarística, con impiedad demoníaca roban las Hostias consagradas, para ultrajarte en las misas negras. Te pido perdón y misericordia por estos hermanos míos, enceguecidos, que no saben lo que hacen, porque si lo supieran, no lo harían.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por mis pecados, los de mis seres queridos, y los del mundo entero; por tantas veces que hemos preferido los falsos atractivos y placeres del mundo, a la paz y alegría que da la gracia.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por todas las veces que pudiendo hacer el bien no lo hice, por pereza o por cobardía, y por respetos humanos.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por las veces que profané mi cuerpo, templo y morada del Espíritu Santo.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por las Santas Misas mal escuchadas; por las Santas Misas participadas con hastío, con indiferencia, y por las que concurrí por obligación y no por encontrarme Contigo en la Eucaristía.
        
         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por la falta de compromiso en mi vida cristiana, falta que me lleva a preferir mis comodidades y mis ocupaciones, antes que ocuparme de obrar la misericordia, corporal y espiritual, para con el prójimo más necesitado.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por las confesiones hechas sin verdadero arrepentimiento y contrición de corazón;  por las confesiones a la ligera, sin un verdadero propósito de enmienda; por las confesiones en que no era consciente de que eras Tú en Persona quien me escuchaba, aconsejaba y perdonaba, al precio de Tu Sangre, por intermedio del sacerdote ministerial.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por la oración hecha en forma distraída, sin profundidad, sin piedad, sin tener en cuenta que Tú estabas atento a mi oración, y que yo estaba distraído, sin pensar en Ti.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por las veces en que no he sabido amar, y me ha faltado perdonar, olvidando que el mandamiento del amor y el amor a los enemigos constituyen la esencia de tu religión.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por las veces que he renegado de la cruz de cada día, olvidando que solo por el angosto, duro y escarpado Camino Real de la Cruz se llega al Cielo, y no por los anchos y espaciosos caminos descendentes del mundo, que conducen al abismo de donde no se regresa nunca.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por mis pecados de la lengua, olvidando que de mi prójimo sólo debo hablar contigo, para implorarte misericordia y perdón, sin colocarme en el lugar de juez, que no me corresponde, pues sólo Tú eres el Supremo y máximo Juez de la humanidad.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por el incumplimiento de mis obligaciones cotidianas, al dejarme arrastrar por la pereza corporal, que me lleva a evitar todo tipo de sacrificios.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por las innumerables veces que he brindado desamor a las criaturas, manifestado en un trato hosco, hostil, huraño, agresivo, sin acordarme que la causa de mi alegría es tu Resurrección y tu Presencia de Resucitado en la Eucaristía.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por el poco o nulo agradecimiento a vuestros excesivos actos de Amor para conmigo: el don de la vida; el don de mis padres, de mis hermanos, de mi familia; el don de haber sido hecho hijo de Dios por el bautismo; el don de haber recibido al Espíritu Santo en la Confirmación; el don de recibir tantas veces tu Cuerpo sacramentado; el don de haberme dado como madre mía a tu Madre, María Santísima, para que cuide de mí como cuidó de Ti; el don de tener a Dios por Padre, y tantos y tantos innumerables dones, que en mi egoísmo e ingratitud, nunca los recuerdo ni los agradezco.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por todos aquellos que van a morir en pecado mortal, para que por medio de tu Madre y nuestra Madre, María Santísima,  les concedas la gracia de la conversión del corazón y una perfecta contrición.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, en reparación por todos aquellos que dudan de tu Presencia real en el Sacramento de la Eucaristía, para que ilumines sus mentes y corazones y así te reconozcan y te amen, en el tiempo y en la eternidad.

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, y me ofrezco como alma víctima a vuestra Justicia y Misericordia Divina en reparación por los Sacerdotes y laicos que reanudan nuevamente tu Sagrada Pasión.

         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, adoro vuestra Presencia sacramental eucarística, y me ofrezco como alma víctima a vuestra Justicia y Misericordia Divina en reparación de mis pecados, por mi conversión y la conversión de mi familia y del mundo entero. Amén.

         Oración final: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

martes, 13 de marzo de 2012

Hora Santa reparadora por los últimos sacrilegios públicos llevados a cabo en Argentina



               

ACTO DE REPARACIÓN EUCARÍSTICA
         (Reparamos por todos los sacrilegios eucarísticos que se realizan a lo largo del mundo, pero particularmente por dos realizados en el mes de febrero en Argentina: el primero, en Constitución, Buenos Aires, en donde un joven robó una hostia luego de simular comulgar en la mano, la guardó en una revista de historietas, la que figura arriba, y una vez en su casa, sacó una foto y la subió a su perfil de Facebook, en donde la expuso por alrededor de diez días, al final de los cuales anunció que "tiró" (sic) la Hostia consagrada, cerrando su perfil en la red social; y el segundo, en General Alvear, Mendoza, en donde otro joven realizó fotos obscenas dentro de la iglesia, ultrajando el templo y las imágenes religiosas)

         Inicio:
         -Corazón Divino de Jesús, heme aquí para suavizar vuestro dolor con mi humilde reparación.
         Reparación que hago en unidad con la Iglesia Triunfante, Purgante y Militante porque es ultrajado, porque es herido, herido por hombres de corazón indolente.
         Herido por hombres con corazón de piedra, herido por hombres con corazones embadurnados y enceguecidos por el pecado.
         Pecado que los hace ciegos a tu Presencia, pecado que los hace sordos a tu Voz.
         Pecado que les roba las gracias que tenéis predispuestas para cada uno de ellos.
         Pecado que no les permite descubrir que para ir al cielo, sólo Tú eres el único Camino que hay que recorrer, la única Verdad que hay que creer, la única Vida que hay que vivir.

         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más se blasfeme contra vuestros Misterios.
         R.-Más creeremos nosotros en ellos, oh Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.
        
         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más sean los que impiadosamente te coloquen en lugares indignos.
         R.-Más y mucho más, nos esforzaremos por convertir nuestro pobre corazón en un altar en donde seas recibido con amor y seas bendecido, alabado, ensalzado y adorado.

         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más seas tratado con desprecio, indiferencia, burla y sarcasmo.
         R.-Más nos esforzaremos en amarte con hasta la última fibra de nuestro ser.

         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más proliferen los horribles sacrilegios a tu adorabilísima Presencia Eucarística.
         R.-Más, mucho más, te adoraremos en el Santísimo Sacramento del altar con todas las fuerzas de nuestro ser, de nuestros corazones, de nuestras almas.

         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más sean los que te reciban sacrílegamente.
         R.-Más nos esforzaremos para no comulgar distraídamente.

         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más se esfuerce la impiedad en querer arrebatarnos nuestras inmortales esperanzas.
         R.-Más esperaremos en Vos, oh Corazón de Jesús infinitamente amable.

         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más atacada sea vuestra Divinidad.
         R.-Más la adoraremos, oh Divino Corazón de Jesús.

         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más quebrantadas sean vuestras Santas Leyes.
         R.-Más las observaremos, oh Santísimo Corazón de Jesús.

         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más despreciados y abandonados sean vuestros Sacramentos.
         R.-Con mayor amor y respeto los recibiremos, oh Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.

         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más sea desconocido el Amor infinito que late en Ti.
         R.-Tanto más rezaremos e imploraremos recibir tu Amor para amarte con tu mismo Amor.

         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más trabajen las tenebrosas sectas y el Infierno todo para desacralizar Tu Presencia Eucarística.
         R.-Tanto más trabajaremos nosotros en la Santa Iglesia Católica, unidos al Papa, a los obispos y a los sacerdotes, para que todos te reconozcan como Dios Hijo encarnado en la Eucaristía.

         -Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, mientras más haya tendencia al sensualismo y mayor empeño en destruir la abnegación, el amor al deber y la verdadera belleza en el mundo.
         R.-Más nos aplicaremos a abnegarnos y a vivir en espíritu de sacrificio, Oh Corazón de Jesús saciado de oprobios.
         P. Álvaro Sánchez Rueda
         (Adaptado de Apostolado de Reparación, de Agustín del Divino Corazón, pág. 245-246).
        

lunes, 27 de febrero de 2012

Hora Santa para Adoradores



         

Estamos delante de Jesús Eucaristía. Aquietamos nuestro espíritu, dejamos de lado todas nuestras preocupaciones, nos concentramos en la Presencia sacramental de Jesús. Pedimos a la Virgen que guíe nuestra oración, y que nuestra oración pase por su Corazón Inmaculado y de ahí a Jesús. Sabemos por la fe que, aunque veamos algo que parece pan, la Eucaristía es Jesús de Nazareth, el mismo Jesús del Evangelio, el que expulsó demonios, curó a los leprosos, dio vista a los ciegos, resucitó muertos, hizo oír a los sordos y hablar a los mudos. En la Adoración Eucarística, estamos delante de Jesús así como los ángeles y los santos están delante suyo en el cielo, y así como ellos se alegran por adorarlo, también nosotros nos alegramos y agradecemos que nos haya llamado a estar delante suyo.
Antes de comenzar la adoración, propiamente, silenciamos nuestra voz, exterior e interior, porque Jesús habla en el silencio. Hacemos la señal de la cruz y nos persignamos: “Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén”.
-Inicio: Canto de entrada: Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar.
-Oración preparatoria: “Dios mío, Yo creo, espero, Te adoro y Te amo, Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni Te aman” (Tres veces).
-Oración para comenzar la adoración: “Corazón Eucarístico de Jesús, vengo ante ti a rendirte el homenaje de mi adoración. Tú eres el único Dios que merece ser adorado en los cielos y en la tierra.
Corazón Eucarístico de Jesús, muchas veces nos dejamos atraer por los falsos brillos del mundo, que nada dejan en el alma, sino desasosiego y ausencia de calma.
Por eso venimos a adorarte en tu Presencia sacramental en este tiempo de Pascua, tiempo en el que brillas resplandeciente y luminoso, desde la Eucaristía, con la luz de la gloria de tu divinidad. Queremos ser iluminados por Ti, Jesús Eucaristía, porque sólo Tú disipas las tinieblas del alma; sólo Tú vences las oscuras sombras caídas que se ciernen amenazadoras sobre nuestras vidas.
Corazón Eucarístico de Jesús, que resplandeciste lleno de gloria y de luz en el Monte Tabor, resplandeces ahora en la Eucaristía, porque estás en el Santísimo Sacramento del altar con toda la majestad y belleza de tu Cuerpo resucitado. Ven a nuestras almas, e ilumínanos, no dejes que nos acechen las tinieblas, sé Tú la luz radiante de nuestros corazones.
-Silencio de tres minutos. “Señor Jesús, Tú que has vencido a la muerte, resucitando con tu propio poder, te pedimos que nos ampares en nuestros días, tan lleno de peligros, tan llenos de oscuridad. Sé Tú el Lucero del amanecer, que despunte en nuestras almas, trayéndonos la esplendorosa luz de Dios Trino. Ven, ilumínanos, no nos desampares en este valle de lágrimas”.
-Canto eucarístico. Te adoramos, Hostia divina.
-Oración intermedia: “Corazón Eucarístico de Jesús, queremos pedirte por nuestros seres amados, y por todo el mundo, para que todos te conozcan y te amen. Llámalos a cada uno por su nombre, como hiciste con María Magdalena el día de la resurrección. Pronuncia sus nombres, y ellos te reconocerán. Muchos están hoy como María Magdalena antes de que la llamaras: piensan que no existes, o que estás muerto y que no has resucitado. ¡Llámalos a todos, para que despierten de su letargo y te reconozcan, vivo, glorioso, lleno de la luz y de la gloria divina, en la Eucaristía!
No prives a nadie de tu conocimiento, haz que todos sepan de tu Presencia en la Hostia consagrada, para que todos te adoren en el tiempo, como anticipo de la alegre adoración en la eternidad.
-Silencio de tres minutos. Adoramos en silencio a Jesús Eucaristía, pidiéndole que la luz de su gloria, que desde el Domingo de Resurrección brilla con luz eterna, disipe las tinieblas del error y de la ignorancia, para que todos los hombres puedan gozarse ante su Presencia sacramental. Le pedimos a Él, y a María Santísima, que aumenten cada vez los adoradores “en espíritu y en verdad”, que se postren ante Él en el sagrario.
-Oración de despedida: “Corazón Eucarístico de Jesús, debemos ya retirarnos, al finalizar nuestra hora de adoración. Debemos volver a a nuestras ocupaciones diarias, pero queremos quedarnos contigo, y que Tú vengas con nosotros.
 Nos vamos, pero dejamos nuestros corazones al pie del sagrario, para que continúen la adoración sin detenerse nunca. Te pedimos que nos ayudes con tu gracia para que seamos capaces de transmitir a los demás, más con obras de misericordia y de compasión, que con palabras, la inmensa dicha de estar ante tu Presencia sacramental, haciendo adoración eucarística.
-Oración de la despedida: “Dios mío, yo creo, espero, Te adoro y Te amo, Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni Te adoran, ni Te aman” (tres veces).
-Oración final: “Corazón Eucarístico de Jesús, regresamos al mundo, con el alma llena de tu alegría; nos vamos, pero regresaremos pronto, para seguir siendo alumbrados por la luz que irradias desde la Eucaristía. Gracias por habernos llamado a este diálogo de amor, gracias por quedarte entre nosotros, oculto bajo algo que parece pan, pero no lo es. Te adoramos y bendecimos, en el tiempo y en la eternidad. Amén”.
-Canto de despedidaCanción de los pastorcitos de Fátima.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Fuego



Fuego en el seno de Tu Padre;/
Fuego Tú, que del Fuego vienes;/
Fuego Vuestro, el Espíritu Santo./

Fuego en el  seno de Tu Madre;/
Fuego Tú, Dios Niño;/
Fuego de Tu costado abierto en la cruz./

Fuego en el seno de Tu Iglesia;/
Fuego en el Pan Vivo, que eres Tú, Fuego;/
Fuego que brota del Pan, Tu Espíritu.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Hora Santa Reparadora para Navidad


Querido Jesús Niño, te rogamos por todos aquellos que en estas Navidades estarán interesados solamente en comer y en festejar mundanamente, pero se olvidarán de ti en la Eucaristía. Te pedimos por todos aquellos que en la Noche en que recordamos tu Nacimiento se olvidarán que la Fiesta principal es la Santa Misa de Nochebuena, y se irán a festejar una fiesta que nada tiene de cristiana.

Querido Dios Hijo, que vienes a nosotros en Navidad como un Niño, para que no tengamos miedo de acercarnos a ti, porque nadie tiene miedo de acercarse a un niño, te suplicamos por los que están extraviados en la oscuridad del mundo, aturdidos por la música estruendosa e indecente que resuena en sus oídos, y no les deja darse cuenta que tú en el pesebre eres la luz del mundo, y que la música más hermosa que pueden escuchar es tu Palabra, que da la vida eterna.

Querido Dios, que tienes corazón de Niño, te pedimos por todos aquellos que, en vez de preparar sus corazones por la oración, la penitencia, el ayuno, la mortificación y las obras buenas, convirtiéndolos en nuevos Pesebres de carne, para que Tú nazcas en ellos, convierten en cambio sus tristes corazones en cuevas oscuras y malolientes, llenas de pasiones desordenadas, y frías porque no hay amor ni a Dios ni al prójimo, y así, en vez de recibirte a Ti, para que nazcas en ellos, hacen de sus corazones guaridas de lobos y serpientes.

Querido Jesús Eucaristía, a quien María Santísima entregó como Pan de vida eterna en Belén, hoy venimos a implorar tu misericordia por todos los ateos, por todos los que no creen en Dios, para que abran los ojos del alma y te descubran en la Creación, en la noche tapizada de estrellas, en el corazón de las almas puras y sencillas.

Sagrado Corazón Eucarístico del Niño Jesús, venimos a reparar por todos los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman. Queremos darte nuestro amor y nuestra adoración por todos aquellos que se olvidan de Ti, o que te desprecian, o que prefieren sus mezquinas diversiones a estar un rato contigo. Te ofrecemos nuestro amor en reparación por los niños, jóvenes y adultos que en vez de adorarte en la Eucaristía y en vez de asistir a Misa el domingo, te dan la espalda y se van lejos de ti, engañados por los falsos atractivos del mundo, el deporte, el cine, la televisión, la política, el dinero.

Sagrado Corazón Eucarístico del Niño Jesús, te pedimos por todos aquellos que se interesan por adquirir sabidurías del mundo y por estudiar la ciencia y la tecnología, pero no se interesan por adquirir la sabiduría que proviene de ti, la única necesaria para salvar el alma. Ilumínalos con el Espíritu Santo, para que investiguen tus milagros y así descubran los Misterios Divinos de tu Sagrado Corazón, que se entrega en el Pesebre de Belén, en la Cruz y en la Sagrada Hostia.

Corazón amado de Jesús Niño, ven pronto a los corazones de tus hijos, que se han dejado extraviar por las tinieblas del mundo, han cubierto de barro sus corazones y se han alejado de tu Misericordia y andan extraviados y confundidos, pensando que Navidad es para comer y celebrar sin acordarse de Ti. Llámalos, con tu sonrisa de Niño en Belén, y con la fuerza de tu Sangre derramada en la Cruz, para que vuelvan pronto al redil y transformados por tu gracia en hombres nuevos, te alaben y glorifiquen en el Pesebre y en la Eucaristía y te adoren en el tiempo y en la eternidad en los Cielos.

Escucha nuestros ruegos, querido Corazón del Niño Jesús, y concede la gracia de la fe a quien no cree en ti. Te ofrecemos lo poco que somos y lo que tenemos; te ofrecemos las mortificaciones que podamos pasar, pidiéndote la gracia de la conversión para nuestros seres queridos que no creen en ti, y para todos los que en el mundo viven alejados de ti.

Corazón doliente de Jesús, nos unimos a tu Pasión en este día Viernes, día de tu dolorosa muerte en cruz, y en tu honor te hacemos esta promesa de amor: te prometemos recordarte los Viernes, rezando el Rosario y haciendo adoración delante de tu Presencia sacramental; te prometemos ser tus cireneos, que te ayuden a llevar tu Cruz y te alivianen su enorme peso; como la Verónica, queremos enjugarte tu Divino Rostro sufriente, cubierto de sangre y sudor; te prometemos ser como Juan, que estuvo al pie de la Cruz mientras morías de amor por nosotros, y estar al pie de la cruz hasta el día en que nos llames ante tu Presencia, de esta vida al Cielo; te prometemos darte el agua fresca de nuestra adoración, para calmar un poco tu sed de almas; te prometemos ser tus súbditos, tus siervos.

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Dios, Padre eterno, ten piedad de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.

Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, Hijo del Eterno Padre, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, de Majestad infinita, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, Templo Santo de Dios, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, Tabernáculo del Altísimo, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, hoguera ardiente de Amor infinito, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, lleno de bondad y de Amor, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, Rey y centro de todos los corazones, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, abismo de todas las virtudes, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, en quien están todos los tesoros de la Sabiduría y de la Ciencia, ten piedad de nosotros.

Corazón del Niño Jesús, paciente y de mucha Misericordia, ten piedad de nosotros.

V. Niño Jesús, manso y humilde Corazón.

R. Haced nuestro corazón semejante al vuestro.

Oración

Omnipotente y Sempiterno Dios, mirad al Corazón de vuestro amadísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que os dio en nombre de los pecadores, y conceded propicio el perdón a los que imploran vuestra Misericordia, en Nombre de vuestro mismo Hijo Jesucristo, que con Vos vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios por todos los siglos. Amén.

Consagración al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, heme aquí postrado ante vuestra Divina Presencia para adoraros, alabaros y glorificaros porque sois el Emmanuel, Dios con nosotros, que viniste como Niño en Belén, y te quedas oculto bajo el velo sacramental en la Eucaristía.

Sagrado Corazón del Niño Jesús, ante quien los pastores se postraron para adoraros en Belén, heme aquí postrado ante vuestra Divina Presencia para adoraros y consagraros todo mi ser para que toda mi vida sea un himno de adoración a vuestra Real Majestad.

Sagrado Corazón del Niño Jesús, heme aquí postrado ante vuestra Divina Presencia para consagraros mi corazón, corazón que es transverberado por la lanza encendida de vuestro Santo Amor.

Sagrado Corazón el Niño Jesús, heme aquí postrado ante vuestra Divina Presencia para consagraros mis sentidos; ojos que os han de ver en la Hostia Santa, oídos que han de escuchar vuestros susurros de Amor, olfato que ha de extasiarse con el olor de vuestro exquisito perfume, boca que ha de abrirse a la alabanza, gusto que ha de saborear vuestro Sagrado Cuerpo en el Manjar de Ángeles y tacto que ha de palpar porque vuestro Sagrado Corazón palpita de Amor en vuestro Santo Tabernáculo. Amén.

(Adaptado del libro: “Apostolado de Reparación” de Agustín del Divino Corazón)