jueves, 22 de agosto de 2024

Alabanzas Eucarísticas en reparación al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, que late en el Santísimo Sacramento del Altar

 



Bendito sea Dios Uno y Trino.

Bendito sea Su Nombre Tres Veces Santo.

Bendito sea Dios Padre, por cuyo Amor se encarnó Dios Hijo para salvarnos.

Bendito sea Dios Hijo, Quien por Amor a Dios Padre se encarnó, murió en cruz, resucitó y prolonga su Encarnación en la Eucaristía.

Bendito sea Dios Espíritu Santo, el Amor del Padre y del Hijo, que es infundido en las almas en cada Comunión Eucarística.

Bendito sea Jesucristo Verdadero Dios y Verdadero Hombre, oculto en la apariencia del Pan del altar.

Bendito sea el Nombre de Jesús Eucaristía, el Cordero de Dios que nos da la Vida eterna.

Bendito sea su Sacratísimo Corazón, que late de Amor en el Sacrosanto Sacramento del altar.

Bendita sea su Preciosísima Sangre, que desde su Costado traspasado se vierte en el Cáliz de altar, para ser derramada en los corazones de los fieles.

Bendito sea Jesús, el Cordero de Dios, en el Santísimo Sacramento del Altar, la Sagrada Eucaristía.

Bendito sea el Espíritu Santo Consolador, que se nos dona en la Sagrada Comunión Eucarística.

Bendita sea la excelsa Madre de Dios María Santísima, por cuyo seno purísimo vino a nuestro mundo el Verbo de Dios Encarnado y continúa viniendo a través del seno puro de la Iglesia Inmaculada, el Altar Eucarístico.

Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción, porque al ser así la Llena de gracia, el Amor del Padre llevó al Verbo para que se encarnara en su seno purísimo y continuara su Encarnación en el seno de la Iglesia, en la Santa Misa.

Bendita sea su gloriosa Asunción en cuerpo y alma, porque el resplandor de la Virgen, la Mujer del Apocalipsis revestida de sol, es la gloria del Señor Jesús, resucitado y glorioso en los cielos y en la Sagrada Eucaristía.

Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre y bendito sea el Nombre de su Hijo Jesús, el Señor, el Redentor, el Emanuel, Presente entre nosotros en Persona en el Santísimo Sacramento del Altar, la Sagrada Eucaristía.

Bendito sea San José, castísimo Esposo de María Virgen y Padre adoptivo del Verbo de Dios, Encarnado para nuestra salvación y que prolonga su Encarnación en la Eucaristía.

Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos, los mismos Ángeles y Santos que lo adoran en los Cielos eternos y que también lo adoran en la tierra, en cada Sagrario, en cada Altar Eucarístico.

Bendito sea el Corazón de Jesús que late en el Santísimo Sacramento del Altar y cuyo Amor es rechazado por los hombres ingratos.

Bendito sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, despreciado y ofendido por los hombres sin Dios.

Bendito sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, maltratado y menospreciado por quienes deben amarlo y adorarlo.

Bendito y adorado sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, en el tiempo y en la eternidad.


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