Bendito
sea Dios Uno y Trino.
Bendito
sea Su Nombre Tres Veces Santo.
Bendito
sea Dios Padre, por cuyo Amor se encarnó Dios Hijo para salvarnos.
Bendito
sea Dios Hijo, Quien por Amor a Dios Padre se encarnó, murió en cruz, resucitó
y prolonga su Encarnación en la Eucaristía.
Bendito
sea Dios Espíritu Santo, el Amor del Padre y del Hijo, que es infundido en las
almas en cada Comunión Eucarística.
Bendito
sea Jesucristo Verdadero Dios y Verdadero Hombre, oculto en la apariencia del Pan
del altar.
Bendito
sea el Nombre de Jesús Eucaristía, el Cordero de Dios que nos da la Vida eterna.
Bendito
sea su Sacratísimo Corazón, que late de Amor en el Sacrosanto Sacramento del
altar.
Bendita
sea su Preciosísima Sangre, que desde su Costado traspasado se vierte en el
Cáliz de altar, para ser derramada en los corazones de los fieles.
Bendito
sea Jesús, el Cordero de Dios, en el Santísimo Sacramento del Altar, la Sagrada
Eucaristía.
Bendito
sea el Espíritu Santo Consolador, que se nos dona en la Sagrada Comunión
Eucarística.
Bendita
sea la excelsa Madre de Dios María Santísima, por cuyo seno purísimo vino a
nuestro mundo el Verbo de Dios Encarnado y continúa viniendo a través del seno
puro de la Iglesia Inmaculada, el Altar Eucarístico.
Bendita
sea su Santa e Inmaculada Concepción, porque al ser así la Llena de gracia, el
Amor del Padre llevó al Verbo para que se encarnara en su seno purísimo y
continuara su Encarnación en el seno de la Iglesia, en la Santa Misa.
Bendita
sea su gloriosa Asunción en cuerpo y alma, porque el resplandor de la Virgen,
la Mujer del Apocalipsis revestida de sol, es la gloria del Señor Jesús,
resucitado y glorioso en los cielos y en la Sagrada Eucaristía.
Bendito
sea el nombre de María, Virgen y Madre y bendito sea el Nombre de su Hijo Jesús,
el Señor, el Redentor, el Emanuel, Presente entre nosotros en Persona en el
Santísimo Sacramento del Altar, la Sagrada Eucaristía.
Bendito
sea San José, castísimo Esposo de María Virgen y Padre adoptivo del Verbo de
Dios, Encarnado para nuestra salvación y que prolonga su Encarnación en la
Eucaristía.
Bendito
sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos, los mismos Ángeles y Santos que lo adoran
en los Cielos eternos y que también lo adoran en la tierra, en cada Sagrario,
en cada Altar Eucarístico.
Bendito
sea el Corazón de Jesús que late en el Santísimo Sacramento del Altar y cuyo
Amor es rechazado por los hombres ingratos.
Bendito
sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, despreciado y ofendido por los
hombres sin Dios.
Bendito
sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, maltratado y menospreciado por
quienes deben amarlo y adorarlo.
Bendito
y adorado sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, en el tiempo y en la
eternidad.
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