Alabanzas a la Santísima Trinidad
(en reparación por las blasfemias, ultrajes y
sacrilegios cometidos contra Nuestro Señor Jesucristo en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de
París, Francia, Julio de 2024)
Oh Dios Omnipotente y Eterno, oh Dios Uno y Trino,
Dios de Bondad y Majestad infinita, Dios de Amor infinito, de Amor insondable,
¿quién puede sondear tu abismo sin fin de Amor? Dios Tres veces Santo, Dios de Majestad,
Bondad, Belleza, Ternura, Hermosura, Justicia, infinitas, excelsas,
celestiales, imposibles siquiera de imaginar, Dios cuya hermosura supera la más
excelsa hermosura de cualquier ser creado, visible o invisible, Dios Trino en
Personas y Uno en Ser trinitario, Bendito Dios por los siglos sin fin, Dios Uno
y Trino, al cual los cielos eternos no pueden contener, Dios al cual los cielos
eternos, hermosos en su hermosura celestial, palidecen ante tu hermosura
trinitaria, Dios Uno y Trino, Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo,
Bendito Seas en tu Acto de Ser divino trinitario y en tu Trinidad Santísima de
tus Sacratísimas Personas Divinas, Dios de toda majestad y poder, de toda
justicia y misericordia, de toda bondad y piedad, Dios que todo lo haces bien,
Dios en quien no hay sombra ni siquiera de la más mínima imperfección, Dios
Trinidad, ante cuya hermosura y perfección divinas, toda lengua creada, humana
y angélica, enmudecen cuando pretenden expresar tus glorias, tus virtudes, tus
perfecciones, tus bondades, tus excelsas majestades, infinitas y eternas por
los siglos sin fin. Alabado y adorado seas, en el tiempo y en la eternidad, oh
Dios Uno y Trino, por medio del Inmaculado Corazón de la Madre de Dios, y que
sea Ella quien eleve nuestras pobres plegarias al Sagrado Corazón del Cordero
de Dios, Cristo Jesús, para que las presente ante el seno del Padre, en el Amor
del Espíritu Santo. Benditos sean los ángeles y santos en el cielo, porque
ellos te contemplan cara a cara, Dios Uno y Trino, y se alimentan de tu Ser
divino trinitario, se gozan y deleitan por los siglos sin fin de tu Divino
Amor, el Amor del Padre al Hijo y del Hijo al Padre, el Amor que Es Persona
Tercera, que es Persona, así como el Padre es Persona y el Hijo es Persona, y
no son tres dioses sino un solo Dios en Tres Personas. Bendita infinitas veces
sea la Madre de Dios, María Santísima, porque Ella te ama y te adora
infinitamente más que todos los ángeles y santos juntos y Ella te ama y te
adora y te contempla y se alegra y se conmueve y se goza en la contemplación de
las Tres Divinas Personas y en la adoración del Cordero de la Jerusalén
celestial, que es su Hijo, Jesucristo, Señor Nuestro, Dios Tres veces Santo y
Bendito por los siglos sin fin. Bendito y adorado seas, Dios Uno y Trino,
ensalzado por los siglos sin fin seas Tú, adorada y gloriosa y divina Trinidad
beatísima, y sean benditos por los siglos sin fin quienes te conocen, porque
quien te conoce te ama y quien te ama te adora y quien te adora quiere más
conocerte y más amarte y más adorarte y así por los siglos eternos, no
cansándose nunca, ni el alma ni el ángel, de conocerte, amarte y adorarte y
esto por los siglos eternos, por los siglos de los siglos, por los siglos que
no tienen fin, por toda la eternidad de eternidades, porque Tú eres el Amor y
la Hermosura que cautiva y atrapa con su Amor y Hermosura a quien te conoce, te
ama y te adora. Oh Dios Uno y Trino, cuya bondad no tiene principio ni fin y es
eterna por los siglos que jamás terminan, Tú amas tanto a tus creaturas, que ni
siquiera dejas de lado a aquellas creaturas que, salidas de tu mano creadora, por
propia voluntad decidieron apartarse de Ti, oh Trinidad Santísima, y creaste
para ellos, para que tuvieran el lugar que ansiaban, los abismos eternos de
oscuridad infinita, en donde tienen, para siempre, lo que desearon aquí en la
tierra, sean ángeles u hombres. Oh Dios Bendito y Eterno, eternamente feliz en
tu Trinidad Beatísima de tus Tres Divinas Personas, que no necesitas de nada ni
de nadie para ser eternamente feliz y beatísimo, que para compartir tu dicha
infinita y eterna no solo creaste los cielos eternos para quienes te conocieran,
te amaran y te adoraran, sino que no contento con esto, quisiste donarte a Ti
mismo, en tu Ser divino trinitario, a través de la Sacrificio del Cordero
Inmaculado, Cristo Jesús, el Verbo Eterno del Padre, Encarnado en el seno de la
Madre de Dios por obra del Divino Amor y donado en la Cruz y cada vez en forma
incruenta y sacramental en el Santo Sacrificio del Altar, la Sagrada Eucaristía
y esta donación de Ti mismo, Dios Uno y Trino, la haces tanto en el tiempo como
en la eternidad, por los siglos sin fin, para deleite eterno de quienes se
alegran y exultan de gozo en tu contemplación, colmándose de la gloriosa luz
celestial que emana de tu Acto de Ser divino trinitario, por los siglos de los
siglos sin fin.
“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo
os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, de Nuestro Señor
Jesucristo, Presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por los
ultrajes, sacrilegios e indiferencias, con los cuales Él mismo es continuamente
ofendido. Por los infinitos méritos de su Sacratísimo Corazón y los del
Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén”. (Tres veces).
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