lunes, 6 de febrero de 2023

Hora Santa en reparación por profanación de Cristo crucificado en San Rafael Argentina 060223

 







Inicio: ofrecemos esta Hora Santa y el rezo del Santo Rosario meditado en reparación por el sacrilegio cometido contra el Cristo crucificado ubicado en un cementerio en San Rafael, Argentina, al mismo tiempo que pedimos por la conversión de quienes cometieron tan horrible acto.

Canto de entrada: “Postrado a vuestros pies humildemente”.

Inicio del rezo del Santo Rosario. Primer Misterio (misterios a elección).

Meditación.

          La Sagrada Eucaristía, según el testimonio de los santos de la Iglesia Católica, proporciona un provecho inimaginable, tanto para el alma, como para el cuerpo y la razón es que quien la recibe, se alimenta de la substancia misma del Ser divino trinitario, contenida en el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.

          Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Segundo Misterio.

Meditación.

          Los beneficios de la Eucaristía para el alma son los siguientes, según San Cirilo de Jerusalén: “Si te hincha el veneno del orgullo, recurre a la Eucaristía y el Pan, bajo cuya apariencia se ha aniquilado tu Dios, te enseñará la humildad. Si arde en ti la fiebre de la avaricia, come de este Pan y aprenderás generosidad”[1].

          Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Tercer Misterio.

Meditación.

          Continúa San Cirilo de Jerusalén: “Si te entristece el viento helado del egoísmo, recurre al Pan de los Ángeles, y en tu corazón brotará lozana la caridad. Si te sientes empujado por la intemperancia, alimentándote de la Carne y de la Sangre de Cristo, que tan excelentemente practicó la sobriedad en su vida terrena y te harás temperante. Si sientes que te arde la fiebre de la impureza, siéntate en el banquete de los Ángeles y la Carne inmaculada de Cristo te hará puro y casto”[2].

          Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Cuarto Misterio.

Meditación.

          La Eucaristía concede también beneficios al cuerpo, porque Quien está en Persona en la Eucaristía, es el mismo que está Presente en Persona en el Evangelio, Cristo Jesús y así como Jesús curaba enfermedades corporales de todo tipo –“Salía de Él una virtud que curaba a todos” (Lc 8, 46)-, así también lo sigue haciendo a través de la Eucaristía. Por eso podemos preguntarnos: ¿cuántos sufrientes no han recibido con el Pan Eucarístico, la salud de sus cuerpos? Es decir, si es voluntad de Dios, Jesús Eucaristía puede curarnos en el cuerpo, porque de la Eucaristía “sale una virtud que cura a todos”.

          Un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria.

Quinto Misterio.

Meditación.

          La Comunión espiritual es la reserva de vida y amor eucarístico siempre al alcance de la mano para los enamorados de Jesús Eucaristía. Mediante la Comunión espiritual, se satisfacen los deseos de amor del alma que quiere unirse a Jesús, su Amado Esposo. La Comunión espiritual es la unión de amor entre el alma y Jesús Eucaristía. Es una unión espiritual, pero real, más real que la unión misma que la unión entre el cuerpo y el alma, “porque el alma vive más donde ama que donde vive”, dice San Juan de la Cruz[3].  

          Oración final: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, de Nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias, con los cuales Él mismo es continuamente ofendido. Por los infinitos méritos de su Sacratísimo Corazón y los del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén”.

Canto final: “Plegaria a Nuestra Señora de los Ángeles”.

Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria, pidiendo por las intenciones del Santo Padre Francisco.

 



[1] Cfr. Estéfano María Manelli, Jesús, Amor Eucarístico, Testimonios de Autores Católicos Escogidos, Madrid 2006, 86.

[2] Cfr. ibidem, 86.

[3] Cfr. ibidem, 87.

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