miércoles, 10 de junio de 2015

Unámonos a la adoración que los ángeles tributan al Sagrado Corazón de Jesús


El Sagrado Corazón se nos representa, en la imagen, rodeado de espinas, envuelto en llamas, con la cruz en su base y con la herida abierta. Las espinas representan nuestros pecados consentidos, que hieren y lastiman al Sagrado Corazón a cada latido; las llamas, representan al Espíritu Santo, el Amor de Dios que inhabita en Él, y que se comunica por la Sangre que se derrama por la herida abierta por la lanza. Unámonos a la adoración que le tributan los ángeles, rodeando al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, Presente en el sagrario, con nuestro amor, nuestra adoración, nuestra acción de gracias y nuestras alabanzas, y hagamos el firme propósito de evitar las ocasiones de caer, para no herirlo más con nuestros pecados.

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