En la imagen vemos cómo los ángeles de luz rodean y adoran a Jesucristo, Rey de los ángeles. Fueron creados para amar, adorar y alabar a Dios Uno y Trino, y eso es lo que los ángeles hacen en los cielos. Pero no solo adoran a Dios en el cielo: es en la misa en donde se unen el cielo y la tierra, el tiempo y la eternidad, y es por lo tanto en la misa en donde los ángeles buenos adoran, en la tierra, en el altar eucarístico, al Cordero de Dios, así como lo adoran en el cielo. A ellos debemos pedirles que nos enseñen y ayuden a adorar al Cordero que viene en medio nuestro, en el sacramento del altar, como anticipo de la adoración eterna en el cielo.
Dice Jesús Eucaristía: "Y ustedes, almas queridas, ¿por qué están frías e indiferentes a Mi amor? Sé que tienen que atender las necesidades de su familia, de su casa y del mundo que los solicita sin cesar. Pero, ¿no tendrán un momento para venir a darme prueba de su amor y de su gratitud? No se dejen llevar de tantas preocupaciones inútiles y reserven un momento para venir a visitar al Prisionero del amor".
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