jueves, 6 de agosto de 2015

Hora Santa en honor al Sagrado Corazón de Jesús


         Inicio: ofrecemos esta Hora Santa y el rezo del Santo Rosario meditado en honor al Sagrado Corazón de Jesús y en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias, con los cuales Él mismo es continuamente ofendido en su Presencia Eucarística.

         Canto inicial: “Sagrado Corazón, Eterna Alianza”.

         Oración inicial: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón, por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman” (tres veces).

         “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por los continuos ultrajes, sacrilegios e indiferencias, con los cuales Él mismo es continuamente ofendido. Por los infinitos méritos de su Sacratísimo Corazón y los del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén”.

         Inicio del rezo del Santo Rosario meditado (misterios a elegir).

         Primer Misterio del Santo Rosario.

         Meditación.

Oh Jesús, que por el Amor de Dios, el Espíritu Santo, fuiste llevado desde el seno del Eterno Padre, en donde inhabitabas desde siempre, para encarnarte en el seno de la Virgen Madre; Tú eres Dios eterno y te hiciste hombre en el seno de María Santísima, para nuestra salvación, adquiriendo un Cuerpo para ofrendarlo en la cruz; Tu Corazón empezó a latir siendo Tú un embrión humano, en el tiempo gestacional en el que todo corazón humano comienza a latir, aunque tu Amor Eterno de Dios, con el cual habrías también de amarnos, latía en el seno de la Trinidad desde siempre; te pedimos por todos los niños en gestación, por los que nacerán y por los que no lo harán, porque serán abortados; te suplicamos por sus almas, pero sobre todo, te suplicamos por la conversión de quienes se dedican al horrible crimen del aborto, para que puedan conocerte y amarte a tiempo y así salvar sus almas.

Silencio para meditar.

Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria.

Segundo Misterio del Santo Rosario.

Meditación.

         Oh Sagrado Corazón de Jesús, que siendo Dios, pasaste por todas las etapas del crecimiento humano, hasta alcanzar la edad perfecta, edad en la que subiste a la cruz para ofrendar tu Cuerpo Sacratísimo y derramar tu Preciosísima Sangre en expiación de nuestros pecados, para concedernos el perdón divino y conducirnos al cielo; Tú, que siendo Niño, a los doce años, te quedaste en el templo para “atender los asuntos de tu Padre” (cfr. Lc 2, 49), mostrándonos así las riquezas inagotables de tu Sagrado Corazón, que amaba a Dios y sólo a Dios desde la primera infancia; te pedimos por todos los niños y jóvenes del mundo, para que sean dóciles a las inspiraciones del Espíritu Santo y conviertan, por la gracia, a sus corazones en otros tantos altares en donde Te adoren a Ti y sólo a Ti, oh Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, Rey de todos los hombres.

Silencio para meditar.

Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria.

Tercer Misterio del Santo Rosario.

Meditación.

         Oh Sagrado Corazón de Jesús, que comenzaste tu predicación pública realizando un milagro portentoso, la conversión de agua en vino en las Bodas de Caná, y quisiste hacerlo por intercesión de tu Santísima Madre, mostrándonos el Amor de tu Sagrado Corazón, al compadecerte de los esposos, que se habían quedado sin vino; te pedimos por todos los novios y esposos del mundo, para que comprendan que el sacramento del matrimonio no es un mero signo vacío, sino la prolongación y participación en el misterio de tus divinos y castos esponsales con tu Esposa, la Iglesia, y sepan así ser testigos en el mundo de este amor esponsal tuyo, amor que es casto, puro, celestial, fuente de santificación y de salvación, para los esposos, para la familia y para el mundo entero.

Silencio para meditar.

Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria.

Cuarto Misterio del Santo Rosario.

Meditación.

         Oh Sagrado Corazón de Jesús, que en el Huerto de Getsemaní sufriste de manera incomprensible e inimaginable, porque cargaste sobre Ti la inmensidad de la malicia de nuestros corazones, lugar del que brotan todo tipo de pecados; oh Sagrado Corazón de Jesús, que en el Huerto de los Olivos sufriste hasta la agonía de muerte, sudando Sangre a causa de los terribles pecados y la malicia de todos los hombres de todos los tiempos; oh Sagrado Corazón de Jesús, que sufriste en el Huerto de los Olivos de una manera misteriosa, que no podemos abarcar ni entender con nuestro pobre razonamiento, porque sufriste en tu Humanidad Santísima las muertes y los dolores de todos los hombres, para así destruir a la muerte y darnos la Vida eterna; oh Sagrado Corazón de Jesús, que al sufrir en el Huerto de los Olivos, pediste a tus discípulos que te acompañaran en la oración, pero ellos, llevados por el desamor y la indiferencia te dejaron solo; en nuestros días, continúas sufriendo este destrato en tu Presencia Eucarística, porque los hombres prefieren atender sus asuntos, antes que adorarte en la Eucaristía; te pedimos, oh Buen Jesús, que nos concedas a todos la luz del Espíritu Santo, para comprender que sufriste en la Pasión por nuestra salvación y que somos nosotros los que necesitamos de Ti y no Tú de nosotros; concédenos la gracia de amarte y de adorarte en tu Presencia Eucarística, y el deseo intenso de ser partícipes de tus sufrimientos, para así convertirnos, para nuestros hermanos, en corredentores junto a Ti.

Silencio para meditar.

Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria.

Quinto Misterio del Santo Rosario.

Meditación.


         Oh Sagrado Corazón de Jesús, que sufriste la Pasión y la Muerte en Cruz para nuestra salvación; cuando estuviste suspendido en la cruz, tu único consuelo fue la Presencia de tu Madre, María Santísima, que nunca te abandonó, porque estuvo siempre de pie, al lado de la cruz; oh Sagrado Corazón de Jesús, que ardes de Amor Puro y Santo y todo este Amor, que nos lo quieres comunicar sin medida, brotó de tu Corazón traspasado junto con el Agua y la Sangre; oh Sagrado Corazón de Jesús, que estás circundado de espinas, porque las espinas son la materialización de nuestros pecados, con los cuales los hombres te ofendemos y ultrajamos diariamente, por medio de nuestras indiferencias y desprecios hacia tu Presencia Eucarística; te pedimos, por intercesión de María Santísima, que hagas que tu Madre nos acompañe todos los días y nos ayude a llevar nuestra cruz, en tu seguimiento por el camino del Calvario y concédenos, también por su intercesión, un ardiente amor por la Eucaristía, que eres Tú mismo, oh Sagrado Corazón de Jesús, oculto en apariencia de pan, para que sólo vivamos por Ti y para Ti, y reparemos, con nuestras obras de misericordia y con nuestra adoración, por nuestros pecados y los del mundo entero. 

            Silencio para meditar.
            
            Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria.


            Oración final: "Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón, por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman" (tres veces).

             Canción final: "Plegaria a Nuestra Señora de los ángeles".

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